Inspirándose en las espectaculares canteras de pizarra de Gales, la mesa de centro Quarry celebra la pizarra en su forma pura y natural. La pizarra se forma a lo largo de millones de años a partir de capas de lutita fina y, a veces, de ceniza volcánica que queda enterrada bajo presión debajo de la superficie de la Tierra. Los cazadores neolíticos usaban pizarra para puntar flechas y lanzas de madera, los romanos la usaban para construir fuertes y hoy en día la pizarra es venerada tanto en la arquitectura de época como en la moderna. Una superficie martillada a mano y bordes irregulares con algún que otro desconchado intencional le dan a esta pieza una textura maravillosamente rugosa, que rinde homenaje a la belleza sin refinar del mundo natural.
